La 70A es la única ruta de autobus que cruza por la avenida del frente al hotel. Su horario es un desastre y compartir con los pasajeros y su chofer, durante tu viaje; puede ser un placer o una pesadilla.
La primera vez que monté uno de éstos, fui guiada por la amiga que tengo en este refugio: Lucia, (madre de Leelah, la mejor amiga de mi Mike). Fui al súper mercado, ya que pasé un día completo comiendo pizza que mi hermana había ordenado vía internet. Lucia dijo que de regreso a casa, debía cruzar la calle y tomar el autobus en sentido opuesto; ya que su horario era un poco "complicado". Así pasó. Pude sobrevivir mi primer viaje en la ruta.
Mi embarazo no era notable aun. Mike, no había entrado a su escuela. Una semana después, tomé la misma ruta pero más temprano; camino a la farmacia. Al terminar, hice lo mismo de la pasada vez, cruzar la calle y esperar. Resulta que el bus, me llevó al parque de la ciudad (ya que en las mañanas no corre igual que en las tardes). Me perdí, pero como dice el famoso dicho "Preguntando, se llega a París", una señora me ayudó a tomar uno de regreso. La misma doña, no le importó pagar una tarifa extra para desviarse y asegurarse de que llegaramos bien al destino y no tan solo eso, sino que al llegar, me acompañó a mi dormitorio, entró como perro por su casa, y ¡hasta me pidió almuerzo!.
La misma ruta me lleva a la parada del tren rojo (Central Sq. - Cambridge, Ma), para ir a casa de mi hermana. Se tarda una hora completa en llegar (en automóvil serían unos 20 minutos como máximo). Al tomar este tren, debo hacer una "escala" al verde y luego al azul y después caminar hacia casa de ella; para un total de 2 horas de viaje y si quiero regresar al hotel, debo asegurarme de que llegue a tiempo a la parada, ya que si me deja, debo pagar un taxi (unos US$ 60.00). Que gracias a Dios, no me ha pasado.
Entre sus pasajeros, siempre hay personas que viven en el mismo refugio y, como ya sabrán, ésto parece un salón de belleza (mujeres chismeando y llevando "vida" a todo dar). Cuando tomo el bus de las 8:15am, siempre me encuentro una pareja de amigos con problemas mentales. El mayor va el camino entero preguntandole al otro: "¿qué llevas en tu lunchera?, ¿por qué traes comida?, ¿por qué tienes que comer?" Y el amigo siempre responde serenamente lo que le corresponde. El bus de las 11:55am, solía estar manejado por un grotesco caballero, de piel clara y su cola de caballo (cabello largo amarrado). Recuerdo que a mis 8 meses de embarazo, estaba con 6 fundas del súper (regreso a casa). Tenía 3 pases (tickets) que le quedaban 50 centavos a cada uno; y como el bus cuesta US$ 1.50, empecé a insertar cada una en donde debía. El chofer me mira mal, y me pregunta: ¿qué intentas hacer?, le respondo lo que les expliqué y, me dice: "eso no se hace de esa manera y por la cara que tienes, estoy seguro de que tú sabías"... Sentí verguenza ante esta humillación delante de los demás pasajeros, pero no me creyó que decía la verdad, cuando le dije que no tenía idea de que mis pases ya no eran válidos. Cuando llegué a casa, lo reporté vía internet. Tal vez no fui la única que había humillado, ya que no continúa laborando.
La 70A, no trabaja los domingos, causante de que sea un toque de queda para la mayoría de nosotros (y los sábados, transitan menos). En este autobus hay toda clase de personas; desde enamorados con falta de respeto, niños imperactivos, madres exigentes, ancianos cariñosos y simpáticos, enfermos mentales, los que dicen "estoy llegando" cuando ni siquiera van a mitad del camino, borrachos, y unos que otros "normales".
¿Qué habrá de nuevo, la proxima vez que me suba? Ya veremos...
