Tuesday, January 31, 2012

2012


Prometedor
Conmovedor
Renovador

Empezaste regalandome sonrisas. Mis lágrimas solo han sido por alegrías. Prometes ser bueno ante todas mis pasadas injusticias; que estarás a mi lado, cuidándome y alentándome.

El invierno se irá junto al frío. Tus aires de primavera me recibirán con emoción. Me conmoveré con tu pasión y gozaré de mi vida sin resentimientos.

Renovaré mis fuerzas, hoy seré una mujer nueva. Dios me ha regalado sabiduría y no pretendo devolverla. He luchado y he aprendido a caer, pero me he levantado y hoy me sostiene él.

2011


Tantos cambios han pasado en mi vida, que no sé cómo enumerarlos.
Tantas lágrimas derramadas, pero ninguna fueron en vano.
Tantos planes puse en pausa, y unos que otros terminados.
Tantas cartas escritas, y para un sólo destinatario.

Tantos "te amo" desaparecidos.
Tantos "te quiero" en el olvido.
Tanto el creer en mis suspiros.
Tanto frio en tus descuidos.

Tantas las millas que recorri, para terminar lo que recién empieza.
Tanta felicidad pude recibir, al tener a mi beba junto a su hermano.
Tantas las bendiciones de Dios, que no pretendo quejarme.
Tanto en tan poco tiempo. Tanto! Pero no me arrepiento.

No te vayas enero


No te vayas enero,
Sin antes saber lo felíz que me siento.
El pasado 30 de diciembre, dí a luz a mi hija. Una princesita de 5 libras y 12 onnzas. Su nombre Amber Sophia. Desde antes de conocerla, ya la amaba. Estoy tan agradecida de Dios por esta segunda bendición.

No te vayas enero,
Sin antes notar cuánto ha avanzaso Mike en su desempeño.
Sus profesoras me dicen que la diferencia es tan notable (en comparación a su primera semana en su escuela). Me siento orgullosa cada vez que lo veo. Dios me ha premiado, algo debí haber hecho bien.

No te vayas enero,
Sin antes entender que no hay un día en que no dé gracias a Dios por sus maravillas.
Mike ama su hermanita, y ella continúa creciendo sana. Amo mis angelitos, amo ser madre; pero sobre todo, amo a la persona en que Dios me ha transformado.

Monday, January 30, 2012

Lo he sentido de nuevo

Diciembre 29, 2011
Mass General Hospital,
Boston, Massachusetts
11:45am

Mi hermana Angie y yo llegamos al MGH. Tenía mi cita para inducirme el parto, ya que mi beba no estaba creciendo como debía dentro de mi vientre. Al poco tiempo me preparan para introducir por mis venas, lo que le llamé "suero del dolor" (ya que no recuerdo su nombre, pero me he imposible olvidar su propósito).

El trabajo de éste, era causarme contracciones y por ende, hacer salir a la bebé. Las primeras horas eran tan suaves, así que pensé que podía pujarla sin medicamentos ni anestesia, tal y como sucedió con Michael. No imaginaba que al inducirlo, sería el triple o más doloroso que aquella vez.

Angie me lo advirtió, pero como todo marchaba bien, con dolores leves; pensé que no iba a tener inconveniente alguno.

Mientras esperaba las contracciones, iba textiando, "chateando", "tweeteando", y metida en lleno a las redes sociales. Ninguno de mis amigos sabían que ese podría ser el gran día. Decidí dejarlo sorpresa.

Llega el atardecer y yo con unos 2 centímetros que no pretendían abrir más. Empezaron los dolores, cada vez más fuertes e intensos; hasta el punto que lo último que pude escribir en mi twitter, fue una parte de la clásica canción: "guay! Señores eto' es pa' hombre". Mientras que Angie me hacía reír y estuvo muy atenta todo el tiempo.


Llega la noche y yo seguía atascada en 3 centímetros. Nunca había sentido tanto dolor en lo que tengo de vida, al punto que tuve que rogar por la anestesia Epidural. Llegan los enfermeros a ponermela. Una tremenda aguja del tamaño de un dedo! Me la introducieron en la espina dorsal, y yo muriendo (literalmente), por unas contracciones cada 50 segundos.

Pasaron 15 minutos y no podía sentir nada, desde mi vientre hasta la punta de los piés. El Epidural estaba haciendo su efecto. Con éste, pude dormir y relajarme (gracias a Dios).

Al llegar la madrugada, al rededor de las 3:00am, empiezo a sentir que mi beba quiere salir (una presión). Le dejo saber a la enfermera y ésta le avisa al doctor. Él me revisa y efectivamente, era la hora! Pujé sin estrés, sin sentir dolor (que maravilla!). No puedo quejarme de esa anestesia.


Diciembre 30, 2011
3:47am

La madrugada del viernes, nace mi Amber Sophia Hernández. Mi segundo regalo de Dios. Mi emoción era tan grande, que no podía parar de llorar y a la vez reir.

Una vez más estoy bendecida.
Una vez más doy gracias a Dios por hacerme sentir la mujer más felíz de todas.

Resoluciones: ¿desilusiones o inspiraciones?

Resoluciones: Desilusiones. Compromisos sin fundamentos; Solo voces al firmamento. Resoluciones: Inspiraciones. El día a dí...