Que fácil sería!

Es fácil decir, "perdona, vete y olvida"
Sin haber pasado entre la melancolía.
Cuando quieren decidir con la rebeldía,
Lo que debes hacer en tu propia vida.

Es fácil optar por la más simple via,
Al juzgarte tal vez, y con "simpatía".
Que aun perdonadolo, no se me olvida,
Sus encantos que hoy canto todavía.

Es fácil que te lleguen ciertas tiranías,
De mujeres hipócritas con sus agonías.
Pero nunca piensan en la frase realísta,
Que quien tiene la razón, no la gritaría.

Es fácil probar de esa fruta prohibida,
Sin saber el esfuerzo por cual pasaría
La jardinera que cuidó con tal alegría,
Para que otra pensara que cultivaría.

Es fácil exclamarme: "ya Diana, olvida",
Pero si ésto fuese nuevo yo asi lo haría.
Siempre he creido en la venganza divina
Y ya mi Dios prometió que me ayudaría.

Soñando despierta

Abrazando fuerte esa almohada,
Me doy cuenta que no dice nada.
Soñando con verte nuevamente,
Libre de miedos y de perderme.

Poder mirarte al cerrar mis ojos,
Y mezclando mi amor con el enojo.
Pues no luchaste contra tu carne,
Ahora reprocho quizás sea tarde.

Hablando en pasado aqui me tienes,
Si hoy, si mañana? Qué pretendes?
Que si, que no? Quien te entiende?
Parece un circo que nos entretiene.

Sin dormir, despierto de éste sueño.
Sin dejar a un lado ese detalle pequeño,
Que siento curarme con quien me hiere,
Cuando ellos dicen que no me mereces.

Que solo se repite en mi memoria
Tal como si fuese una gran historia,
Lo que fue (y es) un amor inmenso,
Con altas, bajas, y a la vez intenso.

Cuentas nuevas

La que te llena el buzón de textos,
Palabras de amor sin resentimiento.
Al escribirte las decenas de cartas,
Ríos de amor corren por su cara.
Que prefiere vivir contigo en paz,
En vez de momentos de tempestad.
Antes de "mio" piensa en "nuestro",
Tu amante y amiga; tú, su compañero.

La que aun en notable distancia,
Sigue esa calma que te encanta.
Más alla del deseo y la pasión,
Continúa amandote con pudor.
Aun cuando pierdes el control,
Ella no deja a un lado la oración.
Esa que te cuida, cela, y vela;
Que es leal a sus sentimientos.

La que borró y creó cuentas nuevas,
Al perdonar y olvidar faltas viejas.
Esa que cruzó el gran mar Atlántico,
Por el bien y futuro de sus amados.
Depositando confianza en La palabra,
Pues lo que Dios une, nadie lo separa.
La misma que te quiere, extraña y ama.
Esa que espera no ser defraudada.

Amigo mio

Si hoy me caigo peor que antes,
Volverías a levantarme?
Si hoy mi corazón es quien decide,
Dejarías de hablarme?
Si hoy me marcho como tantas veces,
Saldrías a encontrarme?

Si mañana me dices un "te lo dije",
Nada sería como ayer?
Si mañana sigo amando igual,
Perdonarías las injusticias?
Si mañana ya no estarás,
Podré avanzar sin mirar atrás?


...Que mi cuerpo está gritando tantos "te amo", sin embargo teme de que todo sea en vano.

Planta de atributos

      Hoy, uno de esos días en que me levanto con la musa trasnochada y unos ebrios sentimientos; cuando siento el impulso de exigirme más y más. Puede ser que posea ciertos atributos físicos, pero nada se compara con lo interior. Merezco seguir siendo feliz, y sé que puedo hacer felíz a alguien sabiendo que poseo el temor de Dios, la sabiduría que él me otorgó para salir adelante, y la fe que me mantiene positiva y en paz.

      "Con temor a Dios, y sin miedo al hombre". Él me prestó éste cuerpo; ésta vida pasajera que cada día se pierde muchas veces antes de morir físicamente. Cuando el cree que me he desviado del camino por andar tomando atajos sin sentido; él sabe mostrarme la salida, cuando he pensado que no puede existir alguna en el momento. Él es mi guía y maestro. Mi rostro avergonzado, cuando sé que cometí una imprudencia (aun cuando nadie me vió cometerla); porque sé que él conoce mi interior y puede ver todo.

     En segundo lugar está el más preciado don de sabiduría, quien acompañado de la inteligencia me ha sacado adelante. Esa patadita que siento en las mañanas diciéndome que no importa si llueve, cae nieve, o el sol se esconde entre las nubes grises; hoy será un hermoso día. Que "el show debe continuar", y nadie va hacer por mí lo que pueda hacer yo mísma. Ir a la universidad, educar mis hijos, y saber elegir entre la realidad y las tentaciones pasajeras, ameritan de éste don que solo él me ha regalado.

      Finalmente, llega la fe; el motor de la esperanza. La paz en mi interior que sale por mis poros y hasta suele causar impresión a varias de mis amistades. Esa que puedes obtener a través de la meditación y dejándo que sea Dios que resuelva los problemas que se escapan de mis manos, cuando él sabe que lo he intentado todo (y algo extra) para obtener buenos resultados. La tranquilidad que siento cuando mi mente se mantiene en estado optimista; ya que una persona pesimista solo atrae lo negativo, luego en muchas ocasiones pretende arrastrarme a su vacío, y tremendo desafío! Pero tengo fe en que Dios está conmigo.

      A Dios le debo mi vida. Agradecida por todas sus maravillas, por creer en mí y permitirme agarrarme de sus manos. Sabiendo que sin él no soy nada, también, que es el dueño de mi vida. Reconociendo que para continuar siendo felíz y hacer felíz a alguien debo cosechar éstos atributos con temor y cautela. Como una hermosa planta: echándole el abono de la sabiduría; rocearle con amor, el agua de la paz.

El inicio de un karma

Meses atrás:

Te acercaste a mi con la sencilla razón de entablecer una amistad. Fui abriendo mis sentimientos poco a poco hacia ti, y nos cuidabamos mutuamente. Fueron unos meses de sinceridad, respeto y comprensión. Contándonos las experiencias más chistosas, hasta llegar a algunas dolorosas. Tu pasado tan ligero, apenas tienes 16 años, y aun cuando hayas tenido ciertas experiencias en tu vida, te llevo 11 largos años. Te fui enseñando lo que pude, tratando de guiarte por buen camino como la buena amiga que me convertí para ti, pero nunca pensé lo que se aproximaba...

Días atrás:

Escucho tu voz temblorosa, llena de misterios a punto de explotar. Con la sonrisa que siempre conociste en mi rostro te pregunto si estás bien; con temor sueltas tu verdad. Llevas un mes durmiendo con "él", viendo el sol despertar en la que obviamente ya no es mi cama. Abusaste de la confianza, y no tan solo eso, sino que me demostraste que tu edad iba a la par con tu mentalidad. Jugabas con fuego mientras quisiste ser mi consuelo. Fuiste mi sombra sin darme cuenta, mucho antes de acercarte a mi presencia; una amiga sincera de frente, y su amante a mis espaldas. Lo de sincera aun te queda en cierto modo, porque hacen falta dos buenos "pantalones" para armarse de valor y decirme estas cosas. Pero querida "amiga", ese título lo has perdido desde el momento en que decidiste seguir el juego.

En la actualidad:

...Me perdono por creerte en ese entonces, y te perdono por abusar de mi confianza. Que Dios te de sabiduría y que si es su voluntad, no permita que ésto se te pueda revertir como un perfecto karma.