7 Decadas Y Casi 4 Años

Quisiera darte tantas gracias y pedirte unos que otros perdones. Empezando por aquellos días; tal vez meses, en los que te di tanta tristeza. Perdóname por no llevarme de ti al principio, pero tienes que entender que cuando uno es adolecente, un simple “porque no” no es suficiente.

Perdóname por hacerte llorar y gracias por que fue ese día que me di cuenta de lo que hacía y estaba mal. Desde ese momento nunca me ha vuelto a gustar el amor en secreto.

Sé que varias veces no fui el ejemplo de hija que querías tener, no fui tu orgullo en varias ocasiones, lo lamento. Te preguntarás por qué hago esto ahora, es que tengo miedo papi, no quiero que te vayas y quedarme con tantas de las cosas que no me salen con palabras pero lo expreso tan bien con mi tinta.

No era mi intensión herirte, ni hacerte enojar. Perdóname, yo por mi parte te perdono (y ahora te preguntarás que te puedo perdonar) y es que aun no puedo borrar de mi mente esos recuerdos de cuando era tan traviesa y rabiosa; que tenían que zambullirme boca abajo en un tanque lleno de agua. Sé que eso no es nada (o no era nada) para ti, pero te perdono porque estoy cansada de soñarme con unos de esos días en cual abría mi boca para ver si me ahogaba y así poderlos parar, poderlos asustar.

Te perdono y perdóname tú a mí, sabes que no tenía ni el 30% de la sabiduría e inteligencia que tengo hoy en día y tal vez ustedes tenían sus ojos cerrados cuando se dejaron llevar por los malos consejos de otros (aun que mis rabietas se marcharon para siempre).

Gracias por hacerme crecer yendo a la iglesia y conocer siempre más de Dios, de su amor y su perdón. Gracias por hablar conmigo y enseñarme tantas cosas.

Solías estar tan obsesionado con hacer tus famosos locrios; recuerdo que Evelyn y yo nos reíamos mucho y te decíamos si no sabias hacer otra cosa, me da risa al ver como se cambiaron los papeles, cuando eres tu quien me pregunta eso ahora.

Te amo tal y como eres y no me arrepiento de tener un padre como tú. Gracias por mostrarme el camino y sobre todo por caminar gran parte de él, conmigo. Tú me das fuerzas y eres mi inspiración para seguir adelante, más allá de una simple edad. Siempre dices que nunca es tarde para terminar tus objetivos, tu carrera universitaria, tus planes en esta vida.

7 décadas y casi 4 años, suena mucho lo sé, pero sé que Dios te dará los años que sean necesarios y los que te mereces. También se que ya tienes tu espacio reservado en el paraíso por que aun no he conocido a alguien tan humilde, de buen corazón y que prefiera quedar sin comer para darle a quien más lo necesite. Que Dios te continúe bendiciendo y que tú continúes siendo mi bendición. Perdón por todo lo que te hice pasar, por si un día en mi pasado te culpe por algo.

Tal vez pensaste que no te vi con los ojos aguados el día que me case en la oficialía civil, vi como volteaste un poco la mirada como diciendo “hasta aquí la acompañé”. Me sentí tan conmovida y a la vez feliz porque tú estabas allí conmigo.

No quiero que te vayas nunca, aun que sé que no eres inmortal, siempre te tendré presente como todo el tiempo lo estas para mí. Si vez que suelo ser un poco fría, es porque no quiero aferrarme más a ti y ponerme triste cuando pienso que ya casi nadie dura más de 100 (eso es muy poco).

Prefiero llorar todo lo que tenga que llorar ahora, pues el día que me dejes, quisiera llorar de felicidad al saber que estarás del lado de Dios, y te convertirás en el más dedicado ángel que él pueda tener.
Aquí estoy siguiendo otro de tus consejos. ¿Estás orgulloso de mí? ¿Aun sigo siendo tu niña querida?...

…Te amo papi. Cuando llegue el día que te vayas de mi lado, puedes estar tranquilo, ir en paz, pues tú me supiste criar.