Tus nombres están llenos de dicha y bondad. Tú que has luchado para poder criarnos; más que una madre, eres y seguirás siendo nuestra fortaleza, gracias por pedir siempre a Dios que nos guíe aun cuando no puedes vernos o hablarnos.
Por que nos enseñaste a valorar lo que Dios nos da através de la familia, amigos y los empleos, ya que lo material se queda en la tierra, y nuestra reputación es la que habla por nosotros.
Mami, como le dije a papi, aquel día; vuelvo a repetir que no he sido su hija ejemplar, tampoco me quiero comparar con ninguna, pues sé que nos amas como somos, y por lo que seremos gracias al apoyo incondicional de unos padres tan maravillosos como ustedes.
Te extraño mucho, y de una manera u otra siempre respondes mi llamado, cuando algunas veces he llorado pidiéndole a Dios que te de un toquecito para que me localices (no se como lo haces, pero se que El esta detrás de todo esto). Gracias a Dios por todo lo que hace por nosotros.
Gracias a Dios por sentirte tan cerca, aun que estemos tan lejos, tu amor vuela conmigo cada vez que tomo un avión, y se queda conmigo hasta que regrese a tu lado. Aun que a veces soy más pegada a papi, no significa que te ame igual.
Gracias por ser mi mami y mi amiga. Tener un bebé, e ir creciendo y madurando con él, te hace entender más el papel que tiene que jugar una madre, no es fácil, pero puedo manejarlo por que aprendí de la mejor…
Te amo mami.
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