Wednesday, September 05, 2012

Regreso a clases


Tras la noticia de esperar un segundo (y espero en Dios que último) bebé, tuve que darle un giro de 180 grados a mi vida. Todo cambió, dadas las circunstancias. Viví 11 meses en un refugio, en donde me gradué en experiencias. En una ciudad totalmente nueva y extraña para mí; pero siempre con la fe en que Dios nunca me iba a dejar sola.

Al mudarme a otra ciudad (ya antes conocida), tuve que volver a dar otro giro dentro del giro aquel dado. Digamos que he dado más vueltas que un trompo, pero para el bien de todos. 2 meses de puras diligencias y gestiones para la educación de éste trío. Los pagos del hogar (renta y energía electrica). El pago del celular, los artículos para nuestra higiene y la del hogar. Los cambios de ropas (por las temporadas que se aproximan); los pasajes de autobus... Uy! En fin, tantas responsabilidades "normales" del ser humano; pero que antes no tenía.

A final del mes pasado logré: inscribirme en la universidad, Amber Sophia iría a un day care, y Michael a cursar el kindergarten. Ayer fue el primer día de regreso a clases de mi hijo. El ama la escuela! Y gracias a Dios, mi bebita tuvo un excelente día en su centro de cuidado. Mientras que hice unos planes de estar dentro de mi tina por al menos una hora (hasta que mi piel se torne con aspecto de viejita); pero dichos planes, se quedaron en mis pensamientos. Me la pasé haciendo tantas diligencias que no podía hacer con mis hijos (al menos, no con la rapidéz, de hacerlo sóla).

Hoy ellos continuaron rutina (y le añadí la nueva mía): levantarnos antes de las 7:00 am. Prepararnos para encaminar a Michael a su escuela. Regresar a casa con Amber, vestirla adecuadamente (para esperar que a las 10:30 am pasen por ella para llevarla al day care) y desayunar "bien pesado", pues debo tomar el autobus a las 11:00 am, que demora de 45 minutos a 1 hora, en llegar a mi destino. Una vez estándo en la universidad, (al no conocer el área) tomé la vía más larga para llegar a ella; que gracias a Dios, solo me tomó unos 15 minutos caminando.

Me llegó a la mente, ese día en que iba a tomar el autobus de regreso a casa, luego de pasar mi examen de admisión; hoy me entero de que existe un bus que me lleva a la central de éstos (para tomar la ruta de retorno). Gracias a la bondad de una compañera de clases (quien me guió hasta el y me ayudó en otras necesidades); me ahorré 40 minutos de la caminata que había dado aquél día. Pero como ya sabrán: Todo le pasa a los "prepa". Cabe destacar, que en muchas ocasiones me sentí tan "adulta", delante de tantos jovencitos entre 18 y 22 años de edad. Pero no era la única de 27 años allí, ya que me confundía entre "prefesores y estudiantes" (aspecto físico).

Llegué a casa, a las 4:15 pm. Esperé a mis hijos, quienes regresan a las 4:30 pm. Cociné, limpié, los duché, jugué... Ay! Que "e'tropeo". Mi día solo termina, cuando ellos duermen tranquilos. Cuando al colocarme en mi cama, en unos minutos me veo envuelta en una pelea con mi sueño. Muchas veces me vence (como hace un momento), y otras simplemente porque quiero. En fin, sobreviví al primer día de regreso a clases. Pidiendole a Dios que me permita permanecer el tiempo que sea necesario; y cumplir esta meta que varias veces tuve que "interrumpir".

* Gracias Dios, por cada giro que le has dado a mi vida, para el bien de este trío familiar. En tus manos estamos. Gracias!

2 comments:

Fer said...

Suerte en tus estudios y con la familia. Eres una gran madre!

Diana Santana said...

Aww! Espero en Dios que esta vez sí pueda lograr ese sueño de ser comunicadora (oficialmente), ya que siempre me he "comunicado" como sea! Hahhahahha

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