Fueron necesarias las decenas de notas inspiradas en él. Una tras otra, llenas de dolor, esclavitud, drama, suspenso, desamor, desinterés, y varios buenos recuerdos. Otras de mantener mi esperanza, con la fe en que mejoraría. Creyendo en sus "no lo vuelvo hacer" y/o "lo lamento". Pobre de aquel que esconde tantos sentimientos, para luego buscar ayuda psicológica o entrar en depresión por estos sufrimientos.
Una parte de mí; siente rabia al saber, que al parecer mal gasté una porción de mi tiempo. Invertido al vacío, a cambio de ciertos placenteros momentos. Pero de nada me arrepiento, yo me mantuve hasta el final, entregando, amando, respetando y soportando. Sabiendo que en cualquier minuto, mi copa iba a llenar. Como a fuego lento, me fue hiriendo. Y aun sabiendo lo que sentía, prefirió acomodarse en su ego, sin valorar la relación, aunque sea en un porciento.
Yo que amé, ¡tanto amé!...
Yo que entregué, hasta robarme a mi mísma.
Yo que no usaba el "Yo" sin "Él".
Yo que esperé; 365 días, esperé...
Total, ¿para qué?
Hoy me siento libre, como una colorida mariposa. Poco a poco se me irá todo el resto (que aun es mucho, pero así lo siento). Gracias a Dios, no todos los hombres son iguales. Mantengo mis esperanzas en que llegará el indicado. Mi pequeña no conoce de un padre; poniendome más ligera mi carga. Ya que: "quien no está, no hace falta".
On my way to my freedom.
On my way to make real my dreams.
On my way to my destiny.
On my way to bring out all in me.
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