Una nueva etapa en nuestras vidas, se aproxima. Un nuevo lugar, al cual podré llamar hogar. Nuevas metas por cumplir. Nuevas notas por escribir. Más empeño que nunca; y unas ganas enorme de progreso y estabilidad. Todo en manos de Dios.
11 meses han pasado, desde que llegué al refugio. Tiempo que he dedicado para mis hijos; su desempeño, educación y seguridad. Donde he reído y he llorado. He aprendido a valorar cada detalle y cada persona; sobre todo, a no juzgar por la primera impresión y crecer como persona.
Casi un año sin bañarme en una rica playa de mi querida Puerto Plata. Sin bailar un buen merengue o una buena salsa. Sin caricias, ni mucho menos rozar mis labios con otros. Sin un rico mango banilejo, o un coco con masa suave. Sin las noches para damas, ni bailar hasta la madrugada. Faltando un mes para cumplirlos; siento que, aun que me hagan falta, todo ha sido por unas buenas causas.
Hoy es mi última noche en el hotel. Estoy llenas de emociones: ansiedad, nervios, alegría, melancolía, miedo, entre otras. Todas esas emociones se desvanecen, cuando pienso en que Dios tiene sus propósitos. Él esperó hasta el último momento, para encontrarme un apartamento que lo pueda sentir cálido, y muy mío (aun siendo alquilado).
Mañana le digo un hasta luego a Waltham, para darle la bienvenida a este nuevo episodio en Lawrence (Massachusetts). No sé lo que me espera, pero tuve una buena escuela en el refugio. Ya conozco cómo son las cosas allí afuera. Dios es bueno. Él es grande en todos los sentidos.
Las amistades que hice aquí, sienten mucha felicidad, y a la vez angústia por la costumbre recíproca. Hace un momento, unas personas de un canal de una cadena televisiva nacional; vinieron a entrevistarme; como parte de un resumen que han estado haciendo de mi vida en este lugar. Sus preguntas fueron comunes, sobre lo que he vivido, y cómo espero que sea lo que se avecina.
No fue difícil para mí, decirles lo mucho que me siento agradecida, primero con Dios y luego con el personal del hotel y mis amistades. Por todo el apoyo moral y material que le han dado a mi pequeña familia. Por formar parte del progreso y educación de mi morenito bello.
Mientras que concluí diciéndoles, que muchas gentes entienden por "homeless" (desamparados), una persona que no tiene vida, siendo ésto lo contrario. Ésta situación (el cual no eliges), no significa que tu vida haya terminado, sino que recién acaba de empezar una nueva; mejor que la anterior.
En menos de 24 horas, mi jornada comienza. La segunda etapa, la que puede ser más difícil; pero si tengo a Dios, nada es imposible... Gracias a todos los que oraron por esto. Dios respondió nuestras oraciones.
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