Me conozco

Cuando tengo tantas ganas de explotar como un cohete, desahogar la lengua que tengo que morder por respeto a un querer. Prisionera, y no porque quiera, sino por quien así lo desea. Irritada, mal humorada, controlada. Esperando el momento perfecto. Estudiando cada paso, y sus intentos.

Con los ojos achinados y enfurecidos; como un volcán a punto de echar su mortal y ardiente lava. Sintiendo fuerzas para una pelea. Queriendo vengar cada una de las lagrimas, llanto y dolor inmenso, y ajeno. Juntando mi dentadura a punto de limar mis dientes. Rugiendo como leona, impaciente. Que ese papelito lo puedo quemar solo con mi vista; y a los cerdos que sigan comiendo de ese bufet de grasa. ¡Todo es hasta un día!

¿Es que acaso no me entiendes?

Que este amor sincero por tí, es tan inmenso como para controlar mi rabia. Que así como vivo por ellos, lo hago por tí. Esperando pacientemente que abras tus alas y vueles al fin. Que siento que te pierdo en esa oscuridad que llamas "vivir". Te necesito fuerte, decidida. Que si hoy no hago lo que mi cuerpo me pide, es porque mi mente confía en la venganza divina. Mientras tanto solo debo ser paciente, y controlar con mi escritura, esta ira.

¿Es que no sabes que allí afuera siempre hay alguien?
Quien te merezca y seas fielmente correspondida.

Que de esa muerte, saldrás viva.
Solo confía en Dios, y en tí mísma.
Y si es que acaso te falta valentía.
Estoy aquí, siempre por tí. Mi niña.

Que eches a un lado, la melancolía.
Y mandes a volar, tu ingrata compañía.
Mantén tu frente en alto, todos los días.
Y te veré reir de ésto, lo juraría.

No entro en detalles.
Pues yo... ¡Me conozco!