Entre paréntesis

Que soy fuerte? Tal vez.
Que me han engañado tantas veces? Lo sé.
Que perdono y olvido? Y qué?

Cuando mis lágrimas de felicidad, se convierten en dolor; hago un paréntesis para evadir una pausa. Pero al menos son tan dulces, y me evitan más tragos amargos. Ví mis uñas crecer y no hace tanto que pagaron por una desilución. Entre varios recuerdos del ayer, me dejé vencer por todos esos suspiros acumulados. Al buscar aliento, he vuelto a comprender que nadie me va a entender mejor que yo mísma (y por supuesto, Dios).

Cuántas veces me han dicho directamente en indirectas, que he sido fuerte, que soy fuerte. Pero también soy de carne y hueso. Apasionada hasta el alma y con tantos sentimientos. Tengo derecho a llorar, no tan solo de felicidad. Derecho a morder mis labios que se han callado tanto. A tapar mis ojeras; y cubrir con un labial rojo, la sequía de besos. A tomarme fotos coquetas, y así darme cuenta que aun queda una mujer en mí. A escribir versos y poesías, o tal vez, unas que otras tonterías. Mi cabello no ha visto un salón, hace más de un año. Sin embargo he aprendido cómo manejarlo. Mi masajista: mi cama. Mis pobres almohadas, gracias a Dios que no hablan.

Hace algunas horas, dos caballeros vinieron a arreglar unos asuntos en mi departamento. A uno de ellos, se le quedó el detornillador en el auto. En menos de un minuto le enseño el mío y le digo que lo usara. Intercambiaron miradas, sonríen y uno dice: "she's prepared!" (Ella está preparada). En cierto modo sentí orgullo. He adaptado este rol de padre tan bien, que a veces olvido lo que debe sentir una mujer.

Subir 20 fundas del mercado,
El coche, los asientos del carro.
Ensamblar una cuna,
Hacer una mudanza.
Cambiar mis tacones, por chanclas.

Caminar varias millas,
Dormir con las gallinas.
Despertar antes que el sol.
Y así llegar a la conclusión,
De que todo lo hago con amor, sin dolor.

Pues por algo así lo quiso Dios. Y esa fué su intensión. Las personas deberían entender que el amor tiene tantos significados. El primero es Dios (lo sé), pero éste ya lo tengo. Me amo; Amo mi familia, y mis amistades por igual. Pero yo lo que quiero, es un poquitito de cariño, de que me mimen como yo le hago a los míos. De que me digan que "todo estará bien", antes de juzgarme sin saber. Un abracito. Que me comprendan. Que me entiendan. Sé que soy fuerte, no es necesario que lo repitan cada día (gracias); esta vez lo que necesito es compañía.


Cerrando el paréntesis de este día.
Gracias Dios por permitirme desahogarme una vez más, a través de mi escritura.