El Regreso

Octubre 24, 2008
Revere, Massachusetts
4:30am

Uf! ¡Que temprano! pero tengo que levantarme...
Me alisto para partir hacia mi destino (Puerto Plata). Cambio a mi bebe, y preparo el bolso de el con varios dulces y leche para entretenerlo durante el viaje.


Despierto a mi cuñado José Arturo, y nos vamos hacia la estación del tren que nos queda como a 5 min caminando. La temperatura a 30 F y se siente como si nos morimos del frio. Llegamos a la parada del aeropuerto, de ahí nos montamos en un bus de cortesía que nos lleva hasta la terminal C (la de jetBlue).

Hago mi fila para registrarme y cuando llega mi turno, le entrego los pasaportes y luego la Señora me pide la “carta de permiso del padre” para poder sacar a mí bebe del país, le dije que el padre está en Rep. Dominicana y que las veces que he viajado con mi bebe, no me la han pedido. Luego ella me dice que necesito tener el pasaje de regreso del niño, y vuelvo y le explico lo mismo. La cuestión es que al final me mira con su cara de arrogante y solo me pasa los tickets, sin decir un ¨buen viaje¨.

Espero en los asientos hasta que llegue la hora de abordar el avión, Mike ya estaba empezando a estar inquieto así que lo saque de su coche y le di un paseo para que vea los demás aviones despegando. Llego el tiempo de montarnos, todo bien...


New York City
Aeropuerto JFK
9:0am

Un vuelo rápido en menos de una hora ya estábamos en New York, estrenando la nueva terminal de jetBlue en el aeropuerto de JFK. Allí pasamos una hora y media, para tomar nuestro avión de escala hacia Puerto Plata. Este duro aproximadamente 3 horas y 20 minutos.

Michael se la paso viendo su Sponge Bob y Dora the Explorer en el pequeño monitor que tienen. Al aterrizar, una grita: ¨Hoy se va a beber¨ mientras gran parte de los pasajeros están aplaudiendo...



Puerto Plata, Rep. Dom.
2:00pm

¡Llegamos! ¡Al fin!
¡La verdad que la diferencia de la temperatura es grande! Revere estaba en 30 F cuando salí en la mañana, y cuando llegamos a Puerto Plata estaba en 87 F. Ahora era al revés, ¡¡sentía que me quemaba!!

El aeropuerto estaba en remodelación así que al parecer me estaba perdiendo en mi propia ciudad. Se me había olvidado también que no tenemos elevador, así que una joven muy simpática y amable, me ayudo a bajar el coche por la escalera. Seguí mi camino hasta comprar la famosa visa de turista para mi bebe, pues aun no tiene su doble ciudadanía. Luego pasamos por Migración donde unos 4 agentes mas 2 más que se sumaron, estaban enamorándome (típico de la mayoría de los hombres dominicanos).

Sigo mi camino, a recoger mis maletas y pasar por el incomodo chequeo de estas (que nunca he entendido el por qué lo hacen si ya en Estados Unidos lo habían hecho), en fin, tan solo vieron una, y por la superficie. Le pedí a un maletero que me ayudara, al principio puso una cara como diciendo que los dominicanos somos tacaños, pero sigue su camino, creo que se sorprendió con la propina que le di a pesar de su gesto arrogante.

Cuando salgo, no me encuentro con nadie (y pensar que 5 enamorados se ofrecieron para pasarme a buscar) paso menos de 5 minutos cuando veo el “pollito” (el vehículo) de papi, y se desmonta con Joel, mami, y la abuela de mi bebe, para ayudarme con las maletas y darme la bienvenida de regreso.

Llego a mi casa, me duermo un poco mientras Michael anda con su padre. En la noche cene en el modulo de mis padres y allí estaban una parte de mi familia (Tío Chichi, David, Robertito, Clarence, Patricia, tía Cruz María y la pequeña Laura) Fue un buen rato, un buen momento. Al rato se van y me voy a mi casa a dormir ya que necesitaba una cama ¡al fin!


Este fue mi día de regreso a mi querida Puerto Plata, como pueden ver fue tranquilo, como esperaba, en familia y en paz.