
Estoy aquí, tan humana como tú. Siento, rio, lloro, suspiro, amo, me enojo y me enamoro. Esta vez el amor vuelve a demostrarme que no hay que darle tantas vueltas al asunto, que lo que ayer me irritaba hoy me causa gracia, que tenemos altas y bajas, que a la hora de caer por alguien, éste no tiene que ser un súper modelo o una súper estrella; mas sin embargo aun cuando éste no era mi tipo me atrae como imán al hierro.
Sigo aquí, pendiente a tu vida (como tú a la mía), evitando contrastes, comentando tus fotos, leyendo tus estados, quiero conocerte más. Aprendiendo de los errores. Admirando tú sabiduría, y tú autoestima (tan seguro de ti y de lo que quieres para el bien de los tuyos).
Sigue allí. Encontrándome sin estar buscándonos, esto marcha por sí solo; y hablándote con términos que sueles usar diario pues puedes presionar mi acelerador sin miedo al frenar, correrme por horas sin temor a las millas o gasolina (tengo una buena garantía). Tienes tus manos en el volante, solo espero que puedas conducirme rudo pero a la vez con gentileza.
¿Ya tienes tu licencia?
No comments:
Post a Comment