
Perdí la cuenta, de las tantas veces que abrí mi corazón. De como dejé entrar a quien en su momento parecía merecer (para luego que no supiera qué hacer con él).
Perdí la cuenta, una y otra vez. Los "te amo" al aire, con pasaje de ida y sin regreso. Tanto esperar, tantas ilusiones sin acciones. Tantas partidas. Que despedidas!
Perdí la cuenta, nuevamente. Las cartas sin finales; echadas a la basura al igual a lo que un día fue bonito, tú y yo juntitos. Para qué mentir? Quién merezce sufrir?.
Perdí la cuenta; sin dudarlo. Fuiste todo un esclavo de mi musa, sedienta de escritos tras escritos. Del amor y desamor. De lo dulce, salado y amargo. De mis secretos públicos.
Perdí la cuenta. Ay! Que dilema! Lo que provoca tu boca. De hacer explotar este don tan preciado, y el hacerte saber que no es lo mismo llamarlo, que mirarlo llegar. Lentamente. Lamentablemente.
No comments:
Post a Comment